domingo, 15 de noviembre de 2015

Eres todos los verbos en modo perfecto.

Te elegí a ti para todo, para compartir mis días, mis meses, mis años. Te elegí a ti porque hiciste de mi alguien mejor, porque solo tú me viste cuando era invisible, porque solo contigo podría haber sido tan mágica aquella noche, porque solo contigo podría haberme sentido tan viva.
Te elegí a ti porque eres todos los verbos en modo perfecto. Porque solo tú sabes que las palabras no son lo mio, pero las hago nuestras. Y te lo digo por aquí porque cara a cara no me va a salir, porque cuando te vea solo voy a tener ganas de abrazarte, de perderme contigo en cualquier rincón de la isla, y de volver a contar tus lunares, colgarme de tu espalda y sentir que nada puede salir mal.
Pero ni aquí voy a poder expresar cuánto, ni de que modo te quiero, porque para eso no existen palabras, para eso hace falta que te veas con mis ojos y entiendas el porqué y como he llegado a sentir tan fuerte.
Pero si se expresar que daría mi vida por la tuya, que cambiaría tus lágrimas para poder llorarlas yo, y si pudiera pedir un deseo, desearía que nadie en este mundo te hiciera daño.

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